El 1911 la familia Servitje funda en Calaf (Barcelona) una empresa dedicada a la terracota, elaborando tabiquería, rasilla y tejas con horno de carbón.

No es hasta el 1966 que se constituye formalmente como Cerámicas Calaf S.A., con una nueva fábrica equipada con un horno continuo Hoffmann de fuel, marcando el inicio de una etapa de modernización.

En 1979 se construye una planta de 20.000 m², totalmente automatizada, con molienda VERDÉS y horno túnel BERALMAR, capaz de producir hasta 10.000 m² diarios. Dos años más tarde, en 1981, se levantan las nuevas oficinas de 150 m².

En 1985 se lanza la primera pieza de gres resistente a las heladas, y en 1987 se incorpora una segunda línea de moldeo para pavimentos y piezas especiales biseladas.

Durante los años 90, la empresa refuerza su apuesta por la calidad: en 1992 se construye una nave de 1.800 m² para selección y control, se instala la primera línea automática GOMES y se amplían las oficinas a 300 m². En 1996, se añaden dos líneas automáticas SACS Técnica y, en 1998, se pone en marcha una planta de cogeneración GUASCOR de 2 MW con recuperación de calor para el secado.

Más de un siglo después, Cerámicas Calaf sigue siendo sinónimo de innovación, calidad y tradición en el sector cerámico.

Nuestra producción se basa en el extrusionado mecánico, con especialización en GRES y TERRACOTTA, materiales que combinan lo rústico y tradicional con las prestaciones actuales, ofreciendo soluciones de alta calidad para todo tipo de proyectos. 

Los productos de Cerámicas Calaf cumplen con los más altos estándares de calidad y sostenibilidad, conforme a las normativas CTE, UNE/ISO, marcado CE e ISO 9001:2015. Además, realizamos ensayos periódicos tanto en laboratorios internos como externos acreditados, con el objetivo de optimizar continuamente sus propiedades. 

Nuestra excelente relación calidad/precio permite que nuestros productos sean adecuados para cualquier aplicación, estando presentes en todo el mundo y adaptándonos a las necesidades de cada cliente.